PROXIMA 15 / Correo de lectores (1)


A continuación, les pego el texto de una carta que Adrián Paredes me envió para el correo de lectores de la revista. Debido a su extensión, no pude publicarla en este número, pero me gusta demasiado como para no compartirla   :-)



Hola, Laura:
¡Tanto tiempo! Lamento haber desaparecido. Espero que estés bien. Te cuento que ayer terminé de leer Próxima 14 y tengo que agradecerte una vez más, mucho mucho, todo ese empuje, perseverancia y fuerza que tenés para llevar adelante un proyecto como Próxima durante tanto tiempo, a pesar de los embates de la vida. Sé que a veces te debe resultar duro y te admiro por seguir adelante de todas formas. Te admiro porque la revista sigue siendo maravillosa número tras número, maravillosa por la selección de los cuentos, por las ilustraciones, por las entrevistas, por los artículos, por todo.
El tema de los monstruos en el número que acabo de leer me gusta mucho. Nunca leí Frankestein, es una de mis tantas deudas pendientes, pero puedo imaginarme a ese monstruo steampunk, hecho con retazos de cadáveres, ese monstruo cuyo nombre siempre confundimos con el de su creador. Interesante justicia poética, como bien remarcás, ya que al final todo creador termina confundiéndose con sus creaciones; no es difícil imaginar a Lovecraft siendo atormentado por sus entes prehumanos y ciudades milenarias y bestias abstractas e inconcebibles.
El primer cuento, "Onokolio", es corto y complejo a la vez. Enigmático como una parábola oriental. Me gusta, pero requiere infinitas lecturas para que mi mente humana lo asimile. Sigue "Civilizados hasta la muerte", un golpe bajo, con un final que deja mal sabor de boca; no porque sea malo, al contrario, sino porque es una solución muy lógica a un mal del mundo moderno. Está muy bien narrado. Es entretenido. Te deja la sensación de haber leído un muy buen relato. "El Último Protohombre" trata un tema que disfruto mucho. Me parece que también está muy bien contado. Un fascinante destello de un futuro transhumano, pos-singularidad. "Hermandad" es gracioso y terrible a la vez. Pensando como un cuadrado, bien bien cerrado, no entiendo muy bien qué lugar tiene en una revista de ciencia-ficción. Pero después me abro un poco y recuerdo el tema de los monstruos, y el monstruo que protagoniza el cuento de Gilda Manso es más temible que cualquiera de una película de horror clase B. "El Vuelo del Ilirith" tiene un buen desenlace, de los que uno exclama bien fuerte "Está bieeen!!" a lo Fabio Alberti. Si se tratara de un chiste, el final sería un buen remate; sin embargo, el remate es otra de esas ideas que a los humanos nos pone los pelos de punta (probablemente por su factibilidad). Pablo Dobrini, aaahhhh, Pablo Dobrini!! Ese poeta que escribe en prosa sobre ángeles malvados, incesto y perversiones como si estuviera pintando un cuadro. Cada uno de sus relatos es un cuadro surrealista. A primera vista parece que contara hechos costumbristas pero es un hábil artero, a mí ya no me engaña: si lo firma Dobrini sabés que en algún momento todo se va a ir al carajo, sus personajes terminan devorados por el surrealismo, condenados a padecer sus deseos más sórdidos con dolorosa felicidad.
Lado B. Para mí las entrevistas son una forma de dividir la revista en dos. Lado A y Lado B. (También una excusa para que yo ponga un punto aparte.) Vuelvo a abrir la revista y de vuelta me encuentro con un artista (en este caso dos) que no conozco y me dan ganas locas de conocer. Otros números anteriores me hicieron comprar "Nocturno" y "Angela Della Morte", y en la feria del libro del año pasado conseguí "El Campito", de Incardona, que terminé leyendo hace poco (lectura atrasada, vio?). Ahora, por tu culpa, Laura, voy a tener que lanzarme a las comiquerías (antros que poco frecuento por ser un condenado burgués) a buscar "Reparador de Sueños" (¡cómo no lo voy a disfrutar con esos dibujos a lo Blade Runner!) La historieta "Ruinas Circulares" muy buena. Se extrañaba la historieta a mitad de la revista.
¿Qué sigue? Ah, sí, ¡"Kaiju"! La inspiración de este cuento de Nimo es explícita. Fue como leer un relato aggiornado de Doyle o de Verne, con referencias a Pokemón, Godzilla, Stallone y varias cosas más. Me entretuvo, no voy a decir que no, pero no fue de mis preferidos. "Dulces Sueños, Carl" es corto y efectivo.  Y llegando al final, resucitando a Lovecraft, "Ataun". Hace poco leí "La llamada de Cthulhu" y entiendo a quién le hace homenaje Echeverría. Al principio me aburrió un poco (creo igual que eso fue un problema mío, que no lo agarré muy predispuesto). Hay que admitir que toda esa mezcla del pueblo vasco, el franquismo, la inquisición y los monstruos inconcebibles de los tiempos anteriores a la humanidad, terminan creando una atmósfera atrapante. Debo ser sincero, me enganchó a partir de la escena de sexo interracial; bajos instintos de nerd, qué se le va a hacer. Correo de lectores y el remate final de Fraga, como siempre, poniéndole un poco de humor a la dulce despedida.
Para terminar mi siempre demasiado extensa reseña (espero no haber parecido presuntuoso; no tengo con qué) el cuento que más me gustó, creo, fue el de Dobrini, pero esta vez está bastante parejo. Quiero destacar del número anterior "La cláusula u-33", original, sucio y ciberpunk hasta la médula, una delicia, y "Taijitu", de Teresa Echeverría, que me pareció una verdadera obra maestra, de esas para enmarcar, releer y volver a releer. Los dos bien pos-singularidad. Y el segundo verdaderamente encomiable.
Y vuelvo a destacar una vez más, encomiable tu trabajo, Laura, que trimestre a trimestre nos regalás un nuevo número con el que podemos soñar, horrorizarnos y deleitarnos. Ya salió el número 15!! Probablemente esta semana la consiga!!

Un beso!!
Adrián Paredes

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.